El merengue es una mezcla compuesta por claras de huevo a punto de nieve y azúcar. Y, además de ser bastante sencilla de preparar, la puedes ocupar en preparaciones como pie de limón o pastel de tres leches.
¡Prepararlo es sumamente fácil! Sólo necesitas 2 claras de huevo y 100 gramos de azúcar. Atento al paso a paso:
En un bol debes añadir las claras de huevo y 50 gramos de azúcar. Luego, se debe batir a mano o con una batidora hasta que la mezcla tenga consistencia. Finalmente, agrega el sobrante de azúcar y bate hasta obtener un merengue brillante y firme.
¡Suena sencillo! ¿no crees? Sin embargo, es común que en el primer intento obtengas un merengue cortado, es decir, una mezcla liquida y sin mucha consistencia. Así que para que no te pase lo anterior, sigue leyendo este artículo.
La manera más efectiva para descubrir que tu merengue quedó perfecto es tomar un poco de la mezcla en una paleta y ver si se mantiene firme, si no gotea o se cae... ¡Felicidades, lo has logrado! Además, recuerda siempre probar un poco para que sepas como quedó de sabor (es nuestra parte favorita).
Debes tener en consideración lo siguiente: siempre revisa que los huevos se encuentren frescos y a temperatura ambiente, en el caso de que los saques directo del refrigerador déjalos reposar al menos media hora en un lugar seguro y seco.
También, ten presente que el proceso de batir es lento y seguro, las pausas pueden provocar que los ingredientes no se mezclen bien entre sí y luego te costará retomar el punto de partida ¡No dejes de batir tu merengue!
Si después de revisar los pasos anteriores sigues pensando que tu merengue está muy líquido y nunca tomó forma, ¡paciencia! Sigue batiendo e incorpora lentamente maicena a la mezcla hasta que suba y tome consistencia. Si el problema ocurre haciendo merengue italiano, es posible que se haya pasado la temperatura del almíbar, pero la maicena vuelve a ser tu mejor aliada y puede salvarte.
Todos los utensilios que utilices (paletas, cucharas o batidora) deben encontrarse completamente limpios, ya que si la mezcla entra en contacto con grasa o suciedad puede cambiar de consistencia ¡o incluso hacer que nunca monte!
Sin dudas, el merengue puede verse como una preparación muy fácil de lograr, sin embargo, debes ser cuidadoso y seguir paso a paso las indicaciones que te acabamos de dar para llegar al resultado perfecto.
No tengas miedo y atrévete a preparar este delicioso postre, estamos seguros que te quedará sensacional. Y si no sabes en qué preparaciones añadir merengue, aquí te dejamos algunas ideas más.
