Y bueno, ahora lo importante: ¡La masa! Deben tener presente que la masa de las galletas debe ser gruesa, van a manipularla constantemente y debe aguantar el glaseado que irá arriba. A menos que su familia sea muy grande, no se comerán la casa de jengibre navideña en un solo día, o quizás sí, jeje pero si no lo hacen, entonces deben tener una casita que resista un par de días y si la galleta no tiene la estabilidad suficiente entonces ¡puuum! caerá al piso y no queremos que los niños se pongan tristes así que ya saben, ¡precaución! Nuestra recomendación es que el grosor sea al menos de medio centímetro.
Para la receta de la masa, pueden ocupar la misma que hicimos para las galletas decoradas, ya que de esa receta obtendrán la masa y también el glaseado que utilizaremos para decorar. Una vez hayan preparado todo, entonces viene la parte más divertida, ¡la decoración de la casa de jengibre!